Un punto muy importante y que es realmente básico para hacer crecer nuestros ahorros y no pagar más intereses de la cuenta en caso de pedir un crédito, es conocer la diferencia entre interés simple y compuesto.
Mucha gente cree que todas las tasas de interés son básicamente las mismas, que las disparidades son inapreciables. El caso es que son bastante diferentes y conocer y entender estas singularidades puede marcar una gran diferencia en la cantidad de dinero que puedes llegar a ahorrar y a conseguir en tus inversiones.
Cómo funciona el Interés Simple
La mayoría de la gente cree que todas las tasas de interés funcionan como el interés simple. El interés simple funciona de la siguiente forma. Si tienes 1.000 euros y los metes en un depósito al 5,00% de interés el resultado es de 50 euros.
Es lo que se nos enseña en el colegio y lo que esta arraigado en nuestra mente. Sin embargo no es el método que la mayoría de empresas utilizan en el cálculo de los intereses.
Si crees que todos los tipos de interés trabajan como el interés simple vas a perder mucho dinero.
Entonces ¿qué otras formas existen para calcular el interés? Muchas empresas, como bancos y compañías de tarjetas de crédito usan el interés compuesto para calcular los intereses totales.
Esta forma de calcular los intereses es muy beneficiosa para estas empresas y bastante menos para los consumidores.
La mayoría de las empresas realizan para un interés compuesto y además compuesto de forma mensual.
Cómo Funciona el Interés Compuesto
Veamos un ejemplo. Como antes cojamos 1.000 euros al 5,00% de interés. Con el interés simple vimos que el total de intereses es de 50 euros al final del año. Pero usando si usamos el interés compuesto el cálculo es un poco más complicado, ya que tenemos que calcular el saldo al final de cada mes.
Empezamos con 1.000 euros al inicio del primer mes, con un 5,00% de interés. Al final del primer mes se habrán ganado 1/12 de los intereses que debes ganar en el año. Es decir, 1/12 parte de 50 euros. Aproximadamente 4,17 euros.
Para el siguiente mes, sumamos esta cantidad a los 1.000 euros, quedando un saldo inicial de 1.004,17 euros. Repetimos esta operación cada mes (durante el segundo mes, lo que ganas es 1/12 parte de 1.004,17 euros, etc.).
Al final del año tendremos 1.000 euros de capital y 51,16 euros de intereses. 1,16 euros más de beneficio que si hubiéramos usado el interés simple.
Si aumentas el capital o el tipo de interés, la diferencia entre interés simple y el interés compuesto es aún mayor.
Qué Pasa si Pides un Crédito
Si estas pidiendo un préstamo, usando una tarjeta de crédito por ejemplo, de 3.000 euros con un tipo de interés del 25%.
En principio puede parecer que tienes que pagar unos intereses al final del año de 750 euros pero esto no es así. Con el interés compuesto debes un total de 3.850 euros, 100 euros más que con el interés simple.
Qué Pasa si Ahorras en un Depósito
Por otra parte, si estás ahorrando dinero veamos que ocurre. Si tienes 5.000 euros en un depósito al 5,00% de interés al final del año tendrás 5.250 euros aproximadamente.
Pero si retiras el dinero a los 6 meses por ejemplo, no tendrá esa cantidad sin un poco menos, un 4,929% de interés. Por lo que tendrás 5.246,45 euros.
Con muchas cuentas y muchos clientes el banco obtiene un beneficio sin esfuerzo que puede usar para otras inversiones.
Las cantidades resultantes en cada ejemplo son aproximadas y no he tenido en cuenta el cálculo de impuestos para no complicar en exceso los ejemplos. Lo importante es que entiendas la diferencia entre ambos tipos de interés, tanto a la hora de ahorrar como de pedir un crédito.