Uno de los conceptos más importantes referidos a la búsqueda de la independencia financiera es el llamado Punto de Cruce. La primera vez que leí sobre este concepto fue en el libro “La Bolsa o la Vida” de Joe Domínguez y Vicki Robin.
Más tarde, he seguido viendo referencias sobre este mismo aspecto bajo otros nombres pero voy a seguir utilizando esa misma denominación.
¿Qué es el Punto de Cruce?
El punto de cruce es el momento en que tus ingresos pasivos son superiores a los gastos que tienes. Estos ingresos pasivos pueden provenir de tus inversiones en bolsa, inversiones inmobiliarias, etc. El punto de cruce se suele alcanzar cuando mantienes tus gastos menores que tus ingresos e inviertes esa cantidad ahorrada mes a mes a largo plazo.
Usemos a Juan como ejemplo. Juan tiene 30 años y un trabajo estable con el que gana 30.000 euros al año con una subida del 4% anual. Se compromete a gastar solo el 88% de sus ingresos cada año e invertir el otro 12% restante. Invierte en una cartera equilibrada que gana un 9% anualizado.
Como puedes ver en la imagen, cada año Juan gana una cantidad de dinero igual al punto representado en azul oscuro, pero solo gasta una cantidad igual al punto coloreado en amarillo. Se invierte la diferencia entre los dos.
Durante los primeros años no parece haber un gran crecimiento en la línea rosa que representa las rentas obtenidas por la inversión.
Sin embargo, alrededor de los 50 años, estas rentas producidas por las inversiones inician su despegue. Recuerda que Juan invierte un 12% de sus ingresos todos los años.
A la edad de 65 años, finalmente ocurre: sus inversiones le producen unas rentas superiores a sus gastos. Juan puede continuar con su vida teniendo básicamente el mismo “sueldo” para siempre y nunca volver a trabajar.
Para muchas personas, el Punto de Cruce es un objetivo importante. Es el punto en el que tu trabajo remunerado no tiene absolutamente ningún impacto en tu calidad de vida. Puedes simplemente dejar de trabajar y hacer lo que quieras. Para muchos esto es literalmente la meta más importantes de sus vidas.
Veamos otro ejemplo, ahora el de Francisco. Francisco tiene el mismo trabajo que Juan, pero es una persona muy ahorradora. Se ha comprometido a gastar solo el 70% de sus ingresos anuales. El resto, un 30%, va a invertirlo cada año. Vamos a ver al evolución económica de Francisco.
Francisco llega al Punto de Cruce a los 48 años pero prefiere seguir trabajando. Tiene un segundo Punto de Cruce a los 53 años, cuando sus rentas procedentes de la inversión son superiores incluso a los ingresos que obtiene trabajando, pero sigue trabajando ya que para él es más un hobby y un entretenimiento que un trabajo desagradable. A los 65 años, sus inversiones le aportan unas rentas que son más del doble de su sueldo.
Existen dos grandes desafíos para lograr alcanzar el Punto de Cruce que hacen que sea muy difícil en el mundo moderno:
- Se asume un empleo razonablemente estable, sin grandes crisis, un supuesto enorme en el mundo actual.
- Se supone que la persona va a vivir constantemente por debajo de sus posibilidades. En un mundo tan consumista como el nuestro, muy pocas personas están dispuestas a hacerlo.
Los dos puntos juntos hacen que la tarea sea muy complicada.
Por supuesto, si te esfuerzas y estás realmente dispuesto a centrarte en superar estos dos obstáculos durante un largo periodo de tiempo, el Punto de Cruce llegará antes de lo que piensas.
De todas formas, no dejes de lado que, aunque no se consiga llegar al Punto de Cruce, tu calidad de vida aumentará, sobre todo en tranquilidad, si no dependes al 100% de tu trabajo.
Tener unas rentas mensuales de 200, 400 o 600 euros, por poner un ejemplo, te aseguran unos ingresos seguros pase lo que pase con tu trabajo.
Notas: Los ejemplos y los gráficos están obtenidos del libro “La Bolsa o la Vida”.