Posiblemente evaluar y controlar tus gastos en entretenimiento y aficiones sea uno de los puntos más complicados en las finanzas personales.
Es difícil desprenderte de estos gastos que nos aportan una gran felicidad. Gastos como comprar ropa, videojuegos o darte una buena comilona en tu restaurante favorito.
Si quieres de verdad comprometerte con tus finanzas personales. Comenzar a llevar un buen control y ahorrar dinero cada mes te recomiendo encarecidamente que:
No renuncies a la mayor parte de tus gastos en diversión y aficiones
Estos gastos te traen un montón de días de alegría y felicidad. Si quieres tener unas finanzas más sanas es para vivir más feliz y son precisamente estas actividades las que te hacen felices. Por eso no debes eliminarlas.
El punto negro de estos gastos es el exceso de ellos. No el propio gasto.
La clave no está en recortar todos los cafés con leche que te tomas por la mañana, sino ir poco a reduciendo el número de ellos.
Por ejemplo, en vez de tomarte un café todas las mañanas, hacerlo solo en días alternos.
De esta manera, sigues teniendo el placer de disfrutar de tu café con leche pero también comienzas a ahorrar más dinero.
Pasa de ser algo totalmente negativo (dejar de golpe algo que te gusta) a algo que es netamente positivo.
Revisa tus gastos en ocio y diversión
Revisa tus gastos en ocio y diversión del último mes. Puedes comenzar analizando el extracto de tu tarjeta de crédito o débito y los movimientos de tu cuenta bancaria.
Lo importante, es que pongas en relieve todo lo que has gastado en entretenimiento durante el último mes.
Tal vez te lleve un tiempo, pero vale la pena el esfuerzo. Además únicamente tendrás que hacerlo una vez.
Una vez que tengas todos, agrúpalos en tipos. Por ejemplo “compras de libros”, “compras de videojuegos”, etc.
Utiliza agrupaciones que tengan sentido para ti.
Ahora, revisa cada uno de estos grupos de uno en uno. Y pregúntate si sería un detrimento importante en tu calidad de vida recortar el gasto en ese área.
Digamos que vas una vez a la semana al cine. Tal vez podrías reducir las visitas al cine de 4 veces al mes, a dos veces.
De esta forma, puedes seguir disfrutando del cine y ahorrar dinero a la vez.
Recuerda que si recortar ese gasto te hace sentir muy triste, entonces no lo hagas.
Aunque lo normal es que te des cuenta de que ese gasto no es tan importante y o lo elimines del todo o no te cueste nada reducirlo.
Claro, no olvides tampoco, ser honesto contigo mismo. No puede ser que todos los gastos en diversión sean imprescindibles.
Conclusión
Son estos pequeños cambios los que de forma silenciosa crean realmente la diferencia. Si tratas de hacer un gran cambio de golpe al estilo de “nuevos propósitos de año nuevo” no tardarás mucho en volver a tus antiguas costumbres.
La clave está en encontrar los gastos donde se puede recortar sin sentirte infeliz.